El Nacimiento de Jesús: una celebración de amor divino

En el corazón del cristianismo, el nacimiento de Jesús representa la encarnación del amor divino. Este evento trascendental va más allá de un relato de la biblia; es la expresión máxima del compromiso de Dios con la humanidad. Acompáñanos en un viaje reflexivo mientras exploramos el significado eterno del nacimiento de Jesús.

dos personas entregándose un regalo en la época que se celebra el nacimiento de Jesús

El anuncio divino del nacimiento de Jesús:

El relato comienza con el anuncio del ángel a María, una joven mujer destinada a ser la madre del Salvador. Este encuentro celestial resalta la importancia de la humildad y la obediencia en la historia de la redención.

A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea,  a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo:

—¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.

Ante estas palabras, María se perturbó y se preguntaba qué podría significar este saludo.

 —No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. 31 Quedarás embarazada y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.  Él será un gran hombre y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David  y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.

—¿Cómo podrá suceder esto —preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?

Y el ángel dijo:

—El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible.

—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.

Con esto, el ángel la dejó.

Lucas 1:26-38

La noche sagrada en Belén:

La escena en el pesebre de Belén evoca humildad y sencillez. El Rey de reyes nace en un establo, enviando un mensaje poderoso sobre la accesibilidad divina y la importancia de valorar lo simple y puro.

Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;  para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.  Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.  Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Lucas 2:1-7

EL nacimiento de Jesús: Luz en la oscuridad:

Jesús, la Luz del Mundo, nace en medio de la oscuridad. Esto nos enseña cómo la presencia de Cristo trae esperanza y redención a nuestras vidas, disipando la oscuridad espiritual.

La adoración de los pastores y sabios:

La humilde adoración de los pastores y la búsqueda de los sabios resaltan la universalidad del mensaje de Jesús. El nacimiento no es solo para unos pocos privilegiados, sino para todos los que buscan la verdad.

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.  Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:  que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:

¡Gloria a Dios en las alturas,

Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Lucas 2: 8-20

El Cumplimiento de las profecías:

El nacimiento de Jesús cumple numerosas profecías del Antiguo Testamento, demostrando la fidelidad divina a sus promesas. Esto fortalece la base de nuestra fe y nos muestra que la historia de la salvación está cuidadosamente tejida.

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Isaías 9:6

Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.

Isaías 9:14

Conclusión:

El nacimiento de Jesús es más que el relato; es la encarnación del amor y la gracia divina. Al celebrar esta temporada, recordemos que en medio de nuestras vidas cotidianas, la luz de Jesús sigue brillando. Que este conocimiento llene nuestros corazones de gratitud y propósito.

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